Ferrari 488 GTB
Fue una toma de contacto breve pero no por eso menos intensa y en la que comprobamos que el potencial del Ferrari 488 GTB va mucho más allá de las escalofriantes cifras de sus prestaciones. Y es que los coches no son sólo números, sino que son artefactos que producen sensaciones y son estas las que nos hacen valorar positiva o negativa- mente a un vehículo. Evidentemente es muy difícil, o casi imposible, valorar negativamen- te algo que provenga de Maranello, considerada por todos como la Meca del automovilismo, lugar de peregrinación de todos los aficionados y sin duda la mayor fábrica de seuños que jamás el hombre ha realizado. El 488 GTB es un automóvil superlativo, un deportivo como pocos. Desde su ergonomía y visibilidad pensada para conducir y disfrutar al volante hasta su enorme potencial mecánico que hace conducir a esta bestia con respeto. Y es que aunque tenga una conducción fácil, con una posición de conducción ideal, un taco rígido pero preciso y un chasis que lo transforma casi en un coche de scalextric, sacarle todo el potencial sólo está al alcance de los pilotos más experimentados. Sin embargo, es un deportivo muy permisivo con el que se puede ir muy muy rápido y con el qué la diversión detrás del volante está asegurada. Los deportivos 8 cilindros de Ferrari siguen marcando la pauta y creo que seguirán siendo la referencia por muchos más años. Y es que los bólidos rojos tienen siempre algo de magia, ya sea por ese compo- nente romántico o simplemente por la embriagadora música de sus motores.
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